Historia del Maquillaje
Prehistoria
La mujer era considerada símbolo de la fertilidad. El afeite más antiguo era el Sulfuro de Antimonio (metaloide duro y quebradizo de color blanco azulado). Utilizaban la arcilla, tierra mezclada con grasa animal, para embellecerse y protegerse de los insectos.
Biblia
En las primeras escrituras ya se encuentran párrafos referidos a la belleza. La reina de Israel, Jezabel, fue la primera en adornar su rostro con afeites para seducir, y la reina de Babilonia, Esther, embellecía con afeites sus ojos.
Egipto
Se han encontrado peines de marfil, cremas, negro para ojos, polvos y otros, dentro de recipientes en los estaban grabadas las instrucciones para su uso. (Rituales funerarios).
Las cejas se depilaban y se maquillaban en un negro intenso, los ojos se remarcaban con negro (Kohol) y se utilizaban sombras de tonos turquesas, y azules de pigmentos naturales. Los labios se resaltaban con carmín, la cara blanca y rojo anaranjado para las majillas, todos los productos extraídos de plantas. Cuidaban la piel con ungüentos y baños perfumados de esencias. Las dos reinas que impusieron cambios en el maquillaje fueron Nerfertitis y Cleopatra.
Grecia
En contraste con los egipcios, los griegos tendían a lo natural. Los cuerpos eran ungidos con aceites extraídos de flores, cuidaban el cabello con tinte elaborado con extractos naturales. Las pestañas se ennegrecían con huevos de hormigas y moscas machacadas.
Roma
La estética constituyó una verdadera obsesión. Hombres y mujeres atesoraban fórmulas ´de cosméticos, se maquillaban y peinaban por igual. La vez debía ser pálida, destacando las mejillas con color. En los ojos se colocaban una pasta compuesta por cenizas de antomonio, lo cual se oscurecía. Estaba prohibido el rojo y el azul para los esclavos, los cuales eran usados por las mujeres patricias. Se teñían de rubio.
China
La cosmética era una tradición antiquísima. La estética se basaba en una mujer maquillada con finos polvos de arroz, ojos delineados con unos bastoncillos untados en tinta china. Se perfumaban con extracto de flores.( jazmín, camelia )
Japón
El país del SOL NACIENTE estuvo influenciado por los chinos. Se extiende el ideal de mujer "muñeca de porcelana" encarnado en la GEISHA, cutis blanco, pequeña boca roja, ojos resaltados con tinta china y pies minúsculos, torturados en un vendaje para impedir su normal crecimiento.
Edad Media
Las grandes epidemias y las frecuentes guerras, llevaron a las mujeres a la austeridad. Los afeites eran considerados pecaminosos. La mujer de esa época, rubia con el cabello rizado en trenzas o suelto, deslumbra por su tez de nieve, ojos que irradian brillo por el jugo del limón, la frente depilada y ancha, lustrosa y pulida, sin cejas, delgadas con corsé, zona lumbar combada y vientre prominente, no llega a los 35 años. El cuidado de la belleza resurge en los siglos XI al XIII donde se introducen nuevas técnicas sobre afeites y cosméticos. EL TOCADOR, mueble lleno de cajones y espejos con apariencia de escritorio, era hermoso y lo llamaban "muñeca para adornarse". Los nobles no cuidaban su higiene personal.
Renacimiento
Italia se convertirá en centro europeo de la elegancia. Debían poseer tres cosas blancas ( piel, dientes y manos) tres negras ( ojos, cejas y pestañas) y tres rojas ( labios, mejillas y uñas).
El modelo italiano se importa a Francia, en la época Barroca( siglo XVIII ) con Catalina de Médicis. Los ojos los maquillaban con Kohol y las mejillas con colorete de rojo granate, el rostro extra blanco, hombre y mujeres por igual. Los labios dibujados en forma de corazón con tonos rojos oscuros. Los lunares adquieren importancia, para cubrir cicatrices, se maquillaban o se hacían de terciopelo. Extravagantes y empolvadas pelucas. Este siglo se considera como la "edad de oro de la cosmética". El rubio sigue siendo prestigioso. Crece la fama de los perfumes para sofocar el terrible hedor corporal. La nobleza tenia la costumbre de no abusar mas de un baño al mes. Los perfumistas italianos y franceses alcanzan renombre, y se venden en envases diseñados en oro, plata, porcelana, y nácar.
Corte de Francia
Se blanqueaban las caras con polvos y una crema nacarada brillante hecha a partir de azufre, provocando envenenamientos. En los inicios del siglos XVII surge el primer intento de eliminar las arrugas con un "esmaltado de cara" que consistía en lavar la cara con un líquido alcalino, extendiendo luego una pasta para rellenar las arrugas y encima una capa de esmalte, hecha con arsénico y plomo. Duraba un año aproximadamente, y depende de la cantidad que se colocaban, ésta se cuarteaba.
Siglo XIX
A mediados del siglo se inicia la época del maquillaje moderno. Aparece en 1880 el rojo en los labios. Consistía en una pomada compuesta por mantequilla fresca, cera de abejas, raíces de orcaneta y racimos de uvas negras sin pulpa, coloreando sin producir efectos nocivos. La piel se sigue llevando pálida ingiriendo vinagre y limón para aclararla.
Siglo XX
La industria cosmética ofrece un abanico de posibilidades en productos de peluquería y cosméticos. En los primeros años del siglo sigue vigente el tono piel claro, siendo un distintivo social, quedando las pieles con color para las clases bajas.
En 1904 surgen los primeros perfumados elaborados por un perfumista llamado Caron.
En Estados Unidos comienza la industria del cine y con él el maquillaje se transforma en una pieza indispensable para el éxito de las películas. Un peluquero y maquillador de Ballet Imperial Ruso llamado Max Factor ( el maquillador de las estrellas ), abre una tienda junto con su familia en Los Ángeles, vendiendo perfumes, cosméticos y maquillajes que el mismo fabricaba artesanalmente. A partir de ese momento fue creando maquillajes adaptándolos a las necesidades de las películas pancromáticas.
Siglo XXI
Activos exclusivos, texturas micronizadas, asombrosos colores... Las investigaciones constantes permiten la creación de productos que se adaptan a las necesidades de la mujer y del hombre. Hoy nos encontramos con un inmenso mercado dedicado a la estética y a la belleza. con el cual podemos mejorar nuestra imagen.